Funcionamiento de la blockchain

Entonces, ¿me puedes explicar el funcionamiento de la blockchain? ¿Dónde encuentro la blockchain? ¿Es una app? ¿Es una página web? ¿Es un metaverso dentro del multiverso?
Espera … ¿Es Matrix? ¿Soy Neo?
¿Pero qué? ¿Has llegado a la conclusión de que eres el elegido en 23 palabras?
Las cadenas de bloques nacen con un primer bloque, que reciben el nombre de Génesis Block. El primero. Antes de él no hay nada, una cadena de bloques completamente vacía, sin datos. El Génesis Block es especial, pero no porque haya sido traído por la cigüeña que trajo a tu hermanito pequeño (versión de tus papás), sino porque es el único bloque que no hace referencia a un bloque anterior.
Luego, cada miembro de la red autorizado para ello podrá añadir bloques nuevos. Cada bloque siguiente indicará cuál es su posición en el conjunto de la cadena de bloques al nombrar al bloque anterior y claro, si se trata de transacciones con criptomonedas seguramente serán millones, billones, trillones con el tiempo y la blockchain será cada vez más grande. Si la cadena de bloques sirve para rastrear manzanas (que se puede), seguramente luzca distinta.
Si quieres una analogía sobre cómo luciría una cadena de bloques en un mundo analógico, imagina un cuaderno de anillas sin hojas. Este es el Cuaderno Génesis, y dentro de él, en la primera hoja apuntamos la primera operación. De cuánto dinero, de quién y para quién, y cerramos las anillas. A continuación escribimos en una hoja nueva la segunda operación (de cuánto, a quién, de parte de quién y una anotación de que la hoja anterior es la número uno), y cerramos las anillas. Una vez lleno cerramos el cuaderno e iniciamos el proceso en el siguiente, referenciando que el «cuaderno anterior es el primero».
En esta hermosa analogía las hojas son transacciones y los cuadernos son bloques. La red de computadoras (nodos), ejecutando un programa «para comunicarse entre sí», revisan las operaciones en tiempo real antes de validarlas y meterlas en la blockchain.
¿Nodos? qu’est-ce que c’est, como dirían en Francia.
Los nodos en la blockchain
Entiendo tu pregunta, porque cada concepto y cada tecnicismo nuevo abre la puerta a cinco o diez conceptos nuevos. Que no te explote la cabeza ni se te caigan los ojos.
Cuando un tenedor de una criptomoneda hace una operación, es como si se lo contase a toda la red, y los oídos de la red son los nodos.
Para que entiendas el funcionamiento de la blockchain, imagina que me quieres enviar 50 Gastcoins y emite la orden. La pregunta es, ¿qué te impide mandar el mensaje de que todo el mundo te ha trasmitido todos sus Gastcoins? A parte de tu inquebrantable e incorruptible moralidad, claro.
Los nodos son esos obsesivos miembros de la red, que no pasan una. Escuchan los mensajes pero no se los creen hasta que los confirman, todos y cada uno de los nodos confirmarán que tú y solo tu hayas firmado digitalmente la transacción y no un estafador malvado. Las firmas se crean mediante un sistema tan complejo que es casi infalsificable (no como las firmas manuales).
Y no solo eso. Los nodos son expertos contables, por lo que antes de enviar 50 Gastcoin desde tu cuenta confirmaran que tengas, mínimo, 50 Gastcoins.
Una vez el nodo ha validado la operación hay un tiempo de espera que depende de la blockchain. La cadena de bloques de Bitcoin puede tardar hasta 40 minutos, la de Ethereum hasta 5, la de Binance, donde se ejecuta Gastcoin como un guepardo, hasta 15 segundos… Este retraso se debe a que la transacción no se incorpora al bloque en el acto sino que deben esperar a que se agregue el siguiente bloque a la cadena. ¿Te imaginas a estas alturas el tamaño de la cadena?
Una vez creado el bloque, debe ser validado por el resto de nodos, confirmando que hace alusión al bloque anterior, para después añadirlo a sus propios libros de contabilidad.
Un momento, si todos los nodos pueden ver las transacciones, ¿Dónde está la privacidad? ¡Todo el mundo conocerá mi afición a comprar Huevos de Fabergé! ¡Menudo funcionamiento de la blockchain!
¿En serio? ¿Huevos de Fabergé? No estoy aquí para juzgar a nadie…
Públicos son los datos sin procesar en la blockchain, pero no están acompañados por tu nombre, ni tus apellidos, ni tu número de pasaporte, ni tu dirección postal. Serás propietario de una clave pública que cualquiera puede ver, pero nadie sabrá a quién pertenece a no ser que te dediques a presumirla en tu Instagram.
Se trata de una pesadilla de código alfanumérico encriptado a la que tu, sabes que es tuya. Es como un número de cuenta en un mundo donde no existiera un banco donde alguien pudiera ver a quién pertenece esa cuenta porque, simplemente, no está apuntado en ninguna parte.
Así que puedes comprar tus medicamentos sin miedo a que nadie sepa que estás tomando. De hecho, lamentablemente las criptomonedas se han visto asociadas en ocasiones a la compra de drogas ya que no hay forma de saber quién es el comprador y quién es el vendedor.